Nuestra asociación en Ochandiano

Bittor explica cómo funciona la sección de la asociación Gerediaga en Otxandio

Se nos ha pedido que hagamos para este Boletín, una referencia de cómo funciona la parcela ochandioarra de la Asociación y claro está, su Delegación en la villa. Y lo hacemos en lengua castellana debido al interés que posiblemente pueda despertar el conocimiento de esta realidad dentro de la asociación y también pensando en bastantes tabirararras que no acaban de recobrar la lengua propia.

Desde luego, resulta un tanto extraño que Ochandiano “marca del Duranguesado en tierras alavesas” como dice uno de los fundadores de la Asociación, aparezca como modelo en espíritu de merindad y en su buen funcionamiento dentro de ésta.

Es necesario explicar desde un principio que el meollo de la cuestión reside en poseer una idea clara de lo que es realmente y debe de ser la Asociación. Y en segundo lugar de lo que debe y puede ser una estructura democrática de convivencia, en la cual, una lógica y natural autonomía de funcionamiento, se convierta en la mejor arma para conseguir el acercamiento de los distintos niveles. Porque, para engendrar dicho buen funcionamiento, es preciso que los elementos humanos que inspiran y empujan la vida de la Asociación (en este caso de la Delegación) estén totalmente identificados con el espíritu que aparece reflejado en sus Estatutos y tengan una visión con perspectiva real de la Merindad.

Las tentaciones de signo localista y exclusivo, aparecen siempre y en todas partes y a poco que se les deje enraizar, cobran pujanza en su pobreza de espíritu, como acostumbramos a ver en muchos clubs de fútbol. El bien hacer está en saber trabajar por la propia parcela y conseguir que ese trabajo redunde en beneficio de todas las parcelas de la comunidad.

Muchas circunstancias configuran las características de cada localidad: la situación geográfica, la dedicación laboral, el habla, las tradiciones, la ciudad o centro comercial en cuya influencia gravita, etc. Y precisamente por esto, decimos que es un tanto extraño el que Ochandiano aparezca como modelo de comportamiento dentro de la Asociación. Porque es el pueblo más diferenciado y alejado del conjunto de la Merindad: alejado sí, geográficamente y situado tras de las montañas con el puerto de Urkiola de por medio. Por su habla y tradiciones, perteneciente a la antigua Araba euskeldun que se extingue. Y totalmente inmerso en la influencia comercial de Vitoria. Ochandiano, es en realidad mucho mas diferenciada dentro de la Merindad, que Mallabia o Ermua y muchísimo más que Elorrio, pongamos por caso. Y sin embargo ha llegado a la realidad actual.

Cómo? sencillamente y como decimos al principio, sólo se debe a un factor: que quienes han inspirado e inspiran hoy la vida de la De1egación, han tenido una clara visión de lo que debe ser la Asociación. Han sentido necesario que Ochandiano siga perteneciendo a la Merindad y por tanto han sabido dar frente a los factores negativos y disgregantes que son aquí más numerosos y fuertes que en los otros pueblos. Y han visto claramente que sólo a través de una amplia autonomía era posible la deseada incrustación en ella. Así y sin esperar a que la directiva acordara su establecimiento y la aventara, se ha engendrado la más natural, amplia y vinculante de las autonomías.

En el aspecto de su funcionamiento técnico (que no es, ni mucho menos, la llave del problema) la cosa es sencilla: una vez al año, aproximadamente un mes antes de la Junta General de Astola, la Delegación convoca una junta general de carácter local. En ella se elige Presidente, quien será el vocal de la villa en la Directiva central. Y Vicepresidente, quien será el otro vocal si al pueblo le corresponden dos en la Junta de Astola. También se eligen Secretario y Tesorero (éste se encarga de las finanzas interiores de la Delegación ya que existe hasta una cuota local): Igualmente se eligen otros cargos: el vocal que haya de encargarse de la sección de cultura, el de deportes, el de la biblioteca, el de las relaciones con los jóvenes y el del cuidado del local. Y así queda completada la Junta de Gobierno de la Delegación. En ella, normalmente forman parte algunas mujeres y personas de edad distinta.

Esta Junta se reúne una vez al mes, o en sesión especial cuando haya algún asunto importante. Cada sección hace su propio programa con aprobación de toda la Junta. Y así marcha la vida y la labor de la Delegación. Casi es innecesario decir que todo descansa en la categoría humana de los componentes y que el ambiente que se imprima al entorno desde un principio es un condicionante muy importante.

Resumiendo, diríamos que el Presidente hace de responsable y autoridad y está en estrecho contacto con la Directiva de Astola. El Secretario (que está obligado a ser una especie de “espíritu santo”) hace de coordinador y realiza una labor constante. El Vicepresidente es como un motor de reserva que tiene mucho campo donde actuar. Y los demás, tienen cada uno su cometido concreto.

Cuando hay algún asunto importante de ámbito local o de Merindad, la Junta local convoca a todos los socios y el Presidente explica el asunto. Y normalmente se recogen las sugerencias de todos y se palpa la opinión general. De todo esto resulta que el simple asociado ochandioarra o la Asociación está mucho mejor informado de su marcha que otro asociado de la misma Tavira, por ejemplo.

La Junta local realiza también encuestas para conectar con la opinión de los socios. Actualmente se está realizando una.

Alguien podría alegar que haciéndose la elección de los vocales en el mismo pueblo y previamente a la celebración de la Junta General de Astola, se desvirtúa la función de ésta. Nosotros creemos que por lo contrario, la refuerza y le da más consistencia. Explicamos: a las Asambleas de Astola asisten pocos socios de cada pueblo (una importante pero pequeña representación). En invierno y desde Ochandiano es lógico que sea más bien escasa esta asistencia. En la práctica, es normal el caso de que cuatro o cinco socios de un pueblo elijan a su vocal. Con el sistema de Ochandiano, los socios que asisten a la Junta General de Astola no son simples electores, sino comisarios de una elección realizada con base mucho más amplia que representarán ante dicha Junta General. Para nosotros esto reporta una educación de signo democrático y representa una democracia de base. En resumen, los socios de Ochandiano que asisten a cada Junta General de Astola, emulan en cierto grado a los que otrora asistían a las de Gerediaga o las de Guernika.

Unos socios otxandioárras

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